la chica del mar (5)

Ups! calculé mal, son 5 pags y media xDD
ya queda menos!!


Marie la siguió y le preguntó acerca de sus padres, a lo que Anne respondió:
- Aún eres pequeña.
- ¿y de qué sirena hablaba ese hombre?
- Del monstruo, supongo. Creerá que yo tengo información.- Marie no se lo tragó, y comenzó a unir piezas.
- ¿Tú eres el monstruo?.- El rostro de Anne se volvió pálido de repente.
- ¿Pe-Pero qué tonterías dices?
- Anne, dime la verdad.
- La verdad es muy dura. No la soportarás.- Anne miró fijamente a Marie, y entonces, ésta lo comprendió.
- Tu... tu mataste a... papá y a mamá... ¿No es cierto?.- Anne desvió la mirada, y se sentó en un sillón. -¿Por qué?
- Verás Marie. Yo no soy normal.- hizo una pequeña pausa y añadió.- yo... soy el monstruo.- Marie se sentó a su lado, al ver lo dolida que estaba su hermana.- Claro, que yo no lo sabía. Todo ocurrió, cuando tenía siete años. Tú acababas de nacer, y yo estaba muy celosa. Entonces, algo creció en mí. Una noche, en la playa, sentí la necesidad de bucear muy lejos.
>>Entonces, te vi a ti, tan pequeña y frágil, y ví a papá y a mamá, que me ignoraban por completo, y una furia me inundó el corazón. Perdí el control, y una doble personalidad atacó a papá y a mamá y los hirió de muerte. Justo cuando te iba a atacar, desperté, y me juré que te cuidaría.>>
Marie la abrazó muy fuerte.

Esa noche, John y Anne se volvieron a encontrar, pero había alguien más. Sin que se dieran cuenta, una barquilla llegó al arrecife en el que se encontraban. La barca estaba capitaneada por Marco, el hermano de un fallecido.
De repente, un disparo salió de la nada, y se hundió en el hombro de Anne. Rápidamente, John se interpuso entre Anne, y la dirección de la que había venido la bala. No tardó mucho en ver la pequeña barca con diez hombres, aparecer entre la bruma.
- Valla, valla. Pero si es John. ¡Que sorpresa! ¿intentas proteger al monstruo?.- dijo Marco
- No es ningún monstruo.- respondió John
- ¡Oh! Pero es una hipócrita ¿No es cierto...Anne?.- Anne lo miro con furia, mientras sus ojos volvían a teñirse de negro
- No, Enna, o Anne, o quien seas. Déjamelo a mí.- dijo calmando a Anne
- Pero...- intentó responder ella.
- sería una pena matarte, de modo, que no lo haré, si te apartas.- dijo Marco.
- Antes muerto.- respondió John
- Eso se puede arreglar.- elevó una mano- ¡Apunten!.- bajó la mano enérgicamente.- ¡Fuego!

Continuará!
.:Rei:.