Anne se separó y respondió:
- Veréis. Yo tengo un lado oscuro. Normalmente, los marineros no se acercan por esta zona, pero cuando lo hacen, dependiendo de cómo se desarrollen las cosas, puedo ser una sirena, o convertirme en el ser más maligno. Ena, mi lado oscuro, sale cuando me enfurezco, o cuando ella cree preciso. Es un ser echo para destruir. Es algo más poderoso que yo, no puedo controlarlo. Mientras está Ena, es como si yo estuviese al margen, puedo verlo y escucharlo todo, pero no puedo pararlo. ¿Comprendéis? Soy una humana-sirena, con un lado oscuro. Soy un monstruo.
- No, no digáis eso. Vos sois la criatura más hermosa de la tierra, y del mar.- dijo acariciando su mejilla.- no sé si habéis usado un truco de sirena sobre mi, pero siento que no puedo separame de vos.
- ¡No! ¡Debéis huir!- grito Anne
- ¿Por qué?
- ¿No lo entendéis? ¡Ena despertará enseguida! Corréis peligro junto a mi. ¡marchaos!
- Pero...
- ¿No me habéis oido? ¡Marchaos!- En ese momento, su voz sonó más grave, y sus ojos comenzaron a oscurecerse.
John la miró fijamente, y echó a nadar en dirección contraria a la de la sirena.
Ella, no le hizo caso, pues había divisado su presa en el fondo marino. Un par de burbujas, y después el agua se volvió completamente roja.
A la mañana siguiente, Anne se encerró de nuevo en la buhardilla, como de costumbre. Pero no tardó en llegar su hermana, con una resplandeciente sonrisa en la cara, y diciendo:
- Hermaniiiitaaaaa
- ¿qué quieres Marie?
- Tienes visiiiiitaaaa
- ¿Visita?- preguntó Anne acercándose a Marie- ¿Quién es?
- Sí. Es un chico ¡UUHH!
- Oh, no- susurró Anne. Después bajó rápidamente las escaleras.
Llegó tropezándose al salón, se acomodó el pelo, se puso recta y con voz seria y firme dijo:
-¿Sí?
John se dio media vuelta, y se la quedó mirando. Los ojos de John la miraban fijamente, con una expresión de imnotismo en el rostro.
Anne comenzó a notar cierto calor en las mejillas, símbolo de que se estaba poniendo roja. Y así era, estaba tan roja como un tomate.
John marcó una media sonrisa en sus labios. Anne cerró los ojos, respiró hondo, y preguntó:
-¿Que desea?
- Hablar.
-¿Acerca de qué tema?
- De la sirena.- Anne miró de reojo a la escalera, y vio que Marie estaba espiando, de modo, que le contestó con un simple “¡Vallase de mi casa loco!” Lo echó a empujones, y se marchó furiosa a la buhardilla.
Continuará...
ánimo! ya queda menos!!
.:Rei:.
1 comentario:
Lo dicho en el post anterior, sigue asi ^o^
Publicar un comentario